A través de la identidad visual, debíamos transmitir el valor de algo tan intangible como es la estrategia de contenidos, y convertirlo en algo fácil de visualizar.

El nombre nos dio gran parte de la solución, ya que hicimos girar la identidad alrededor de la idea de tratar los contenidos de valor como una sustancia orgánica, fluida y dinámica.

Así, creamos un logotipo en el que las letras se forman a través de elementos redondeados, dando una sensación de movimiento. Este se adapta a distintas configuraciones para ser aún más dinámico. También convertimos la S de sustancia en un símbolo que representaba la conexión entre creadores y marcas, a través de dos grupos de elementos fluidos que se unen con una línea.

Para la paleta de colores, seleccionamos una gama muy viva y vibrante en la que destacan el rojo, el fucsia, el amarillo, que se combinan con el azul, el gris, el beige, el blanco y el negro. Y como tipografía principal de la marca escogimos la Chivo.

A través de las formas del símbolo de la S, creamos la solución gráfica para toda la comunicación. A estas formas le llamamos Materia y son un elemento contenedor de imágenes o texto, con el que se genera interés en las distintas piezas de comunicación de La Sustancia.

Con todos estos elementos, desarrollamos la web, un vídeo de presentación con gráficos en 3D, contenidos para redes sociales, las tarjetas de visita y otros materiales offline para la marca, e hicimos que la propuesta de valor de La Sustancia se pusiese de manifiesto en su propia identidad corporativa.